lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Por qué cuando soplamos el aire es más frío que cuando exhalamos?

Si soplamos en la palma de nuestra mano y después exhalamos nos damos cuenta en seguida que el aire que hemos soplado está mucho más frío que el aire que exhalamos. ¿Por qué esto es así si el aire en los dos casos viene del mismo sito?

Muchas personas piensan que esto es así porque el aire al salir más rápido pasa más rápido por las vías respiratorias, evitando que se caliente. Pero esto no es así, porque si soplamos despacio el aire sigue estando frío y ha pasado igual de rápido por las vías respiratorias que cuando echamos el aliento.

La respuesta la encontramos en la física. Al soplar, nuestros labios están casi cerrados y el aire, al pasar por una zona tan estrecha, aumenta su velocidad y disminuye su presión. Este es el llamado efecto Venturi. Podemos observar este efecto cuando soplamos con una pajita entre dos latas vacías un poco separadas entre sí. Al soplar el aire pasa más rápido, por lo que disminuye la presión entre las latas. Entonces las latas son empujadas por la presión de su exterior, que es mayor, y se juntan.

Y ahora entra en juego otro efecto físico, el efecto Joule-Thomson. Como la presión del aire se ha reducido en los labios, cuando sale fuera de la boca el aire se expande. Al expandirse su temperatura disminuye gracias a las leyes de los gases, que dicen que la temperatura de un gas es proporcional a la presión.

Y así vemos cómo la física es capaz de explicar desde los fenómenos más complejos a los más
simples de nuestro universo.

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